Medicina Familiar
ABORDAJE TERAPÉUTICO EN UN NIÑO CON FALLA DE MEDRO
   ABORDAJE TERAPÉUTICO EN UN NIÑO CON FALLA DE MEDRO
      Autor: Dra. María Josefina Riesco E. Residente  Medicina Familiar PUC.Editor: Dra. Pamela Rojas G. Docente Departamento  Medicina Familiar PUC.
      Resumen portada: La  mayor parte de los niños con falla de medro no tienen una causa orgánica que  explique su condición. En este artículo profundizaremos en el tratamiento que  podemos ofrecer a estos niños y sus familias, y revisaremos la evidencia del  uso de zinc y estimulantes del apetito.
      INTRODUCCIÓN
        La falla de medro se caracteriza por la incapacidad para sostener una  velocidad de crecimiento normal, tanto en el peso como en la talla, en niños  menores de 3 años (1).  Tal  como revisamos en el número anterior, hay diversos criterios para establecer como  diagnóstico una falla de medro, no habiendo consenso en cuál de ellos usar; por  esto la recomendación actual es utilizar una combinación de criterios (2). 
      La falla de medro engloba  múltiples causas, siendo la gran mayoría de etiología mixta y no  identificándose causa orgánica en un alto porcentaje de estos.
      TRATAMIENTO 
        El objetivo del tratamiento en un niño con falla de medro es  proporcionar los nutrientes adecuados para mejorar el estado nutricional y  lograr la recuperación del crecimiento. El tratamiento debe ser personalizado, según  el origen, severidad, cronicidad y necesidades de cada paciente; y manejado por  un equipo multidisciplinario que incluya al médico tratante, y dependiendo de  cada caso a un especialista en nutrición, trabajador social, psicólogo y u otro  (3).
      Las claves de la intervención incluyen (1 ,3, 4, 5):
      Educar a los padres en cuanto a la patología  y su pronóstico.
        Ofrecer apoyo psicológico al niño y su  familia para disminuir la ansiedad respecto a la alimentación
        Considerar apoyo profesional para el abordaje  de problemas sociales y familiares, y para mejorar la interacción entre los  padres y el hijo.
        Monitorizar estrictamente el crecimiento  pondoestatural del niño.
        Asesor nutricionalmente a los padres para  asegurar una ingesta adecuada tanto de calorías como de los distintos  micronutrientes, y tratar las deficiencias nutricionales secundarias.
        Ofrecer intervenciones conductuales básicas:
        Ordenar los horarios de alimentación, evitando comidas a  deshoras
          Promover el comer en familia
          Evitar distractores, tales como pantallas o televisores  encendidos
          Evitar batallas y amenazas para el logro de la  alimentación
          Promover que sean los padres quienes ofrecen alimentos  guiados por el consejo nutricional, y que sea el niño quien regula cuánto come.
        ¿SON EFECTIVOS LOS ESTIMULANTES DEL APETITO EN EL MANEJO DE NIÑOS CON  FALLA DE MEDRO?
      1. CIPROHEPTADINA:
        Es uno de los estimulantes del apetito más  utilizado con efecto antihistamínico  H1 y antiserotoninérgico. Se encuentra  disponible en Chile en formato de jarabe en un preparado que incluye complejo vitamínico B 1,2 y 6 y ácido  ascórbico.
        Existen  escasos y pequeños estudios que evalúan ciproheptadina, la  mayor parte de los cuales han sido realizados en población adulta y en niños  con enfermedades crónicas causantes de mal incremento ponderal, principalmente fibrosis quística y cáncer.  
        Un ensayo clínico pequeño (6), de moderada a baja calidad metodológica, y  con un número bajo de participantes (N total=21) evaluó la efectividad del uso  de ciproheptadina en niños con falla de medro no orgánico. El estudio mostró  que el grupo tratado con ciproheptadina presentó Z scores de peso y talla  mayores que los del grupo placebo a los 4 meses post tratamiento, siendo estos  resultados estadísticamente significativos (p < 0,05 en diferencia  en peso entre grupos y p < 0,001 diferencia en incremento talla en ambos  grupos). El efecto fue más  evidente a los 2 meses, declinando posteriormente su efectividad, postulándose  el desarrollo de tolerancia al fármaco. 
        El estudio no demostró beneficios del uso de ciproheptadina a largo  plazo. 
        Ciproheptadina presenta efectos adversos, destacando su efecto sedativo (habitualmente  transitorio) (6). También se ha reportado: sequedad bucal,  visión borrosa, taquicardia, temblores (5), cefalea e insomnio (7).
      La literatura disponible, por lo tanto, no permite aun recomendar el uso  de ciproheptadina en niños con falla de medro no orgánico.
      2. ACETATO DE MEGESTROL 
        Corresponde a un esteroide progestágeno que estimula al neuropéptido Y  del hipotálamo. Se ha utilizado en anorexia en pacientes con cáncer, SIDA,  Fibrosis quística y cardiopatía congénita, principalmente en adultos.  En estudios de baja calidad metodológica ha  mostrado eficacia a corto plazo, con significancia clínica pequeña y efecto  transitorio. 
      El uso de Acetato de  Megestrol se asocia a un aumento del riesgo de efectos adversos (RR 1,2; IC 95%  1,07 a 1,36) (8). Dentro  de estos destacan (8,9):
      edema,  hipercortisolemia 
        hiperlipidemia  e hiperinsulinemia 
        efectos  graves, tales como disnea y fenómenos tromboembólicos (RR 1,84 IC 95% 1,07 a  3,18) 
        exacerbaciones  pulmonares y hemoptisis en pacientes con fibrosis quística (9) 
        aumento  de muertes (RR 1,42 IC 95%  1,04 a 1,94)
      Dado lo anterior no se recomienda el uso de Acetato de Megestrol en  niños con falla de medro (4,8). 
      ¿ES EFECTIVA LA SUPLEMENTACIÓN CON ZINC PARA LA RECUPERACIÓN DE PESO Y  TALLA EN NIÑOS CON FALLA DE MEDRO?
        La literatura ofrece distintas recomendaciones  respecto a la necesidad de suplementación mineral en niños con falla de medro. Respecto  de la suplementación con zinc, la mayoría de las revisiones sistemáticas  incluyen estudios con suplementación preventiva en distintas formulaciones (incluyendo  alimentos fortificados) y en niños con diferentes estados nutricionales, sin incluir  análisis por subgrupo.
        Una revisión sistemática de buena calidad metodológica que incluyó 80  ensayos clínicos randomizados (10) mostró evidencia de calidad  moderada de una pequeña mejoría en la longitud y en el peso de niños  suplementados  con zinc (SMD -0,09 y SMD  -0,10 respectivamente). Estos resultados se presentaron en el análisis global,  incluyendo niños con diferente situación nutricional, con un tamaño de efecto  clínico no relevante y alta heterogeneidad. 
      En la misma revisión, el análisis por subgrupos de niños con talla baja  (talla/edad menor a 2 desviaciones estándar) mostró que el grupo suplementado  con zinc presentaba un incremento estadísticamente significativo en la talla y  en peso a corto plazo respecto a lo no suplementados  (SMD – 0,25 para peso y talla, heterogeneidad  baja), con un tamaño de efecto pequeño y calidad de evidencia moderada. No se  estableció la dosis ni duración óptima del tratamiento.
      ¿CUÁNDO DERIVAR? (5).  
      Se sugiere derivar a todo niño con falla de medro en el cual:
      Se sospeche patología orgánica y se requiera estudio  y/o tratamientos no disponibles en atención primaria.
        Su evolución sea desfavorable con las medidas  implementadas.
        Anorexia común que no mejora, anorexia grave,  familia desestructurada, riesgo social o comorbilidad psiquiátrica derivar a  psiquiatría infantil, manteniendo un manejo integrado y multidisciplinario.
        La hospitalización debe ser evitada toda vez  que sea posible, reservándose para casos en los que el niño esté gravemente  desnutrido, gravemente enfermo (patología orgánica descompensada),  o en riesgo de daño (malos tratos, negligencia) 
      RESUMEN 
      El tratamiento en niños con falla de medro debe ser individualizado y  multidisciplinario. Debe realizarse un seguimiento estricto del crecimiento con  un asesoramiento nutricional para proporcionar los nutrientes adecuados para  recuperar el estado nutricional y crecimiento. Debemos educar a los padres en  cuanto a la patología a normas de comportamiento y dar apoyo psicológico a la  familia. Dentro de los estimulantes del apetito la ciproheptadina tiene algunos  datos de eficacia en niños con falla de medro pero de baja calidad por lo que  no permite recomendarla. Respecto a la  suplementación con zinc, se ha visto un incremento en talla y peso al  corto plazo con efecto pequeño y calidad de evidencia moderada por lo que  debemos tomar la decisión caso a caso considerando las preferencias de los  cuidadores. Se debe derivar ante la necesidad estudios y tratamiento más complejos  no disponibles en APS. La hospitalización debe ser evitada en lo posible y  está  reservada para casos de  desnutrición grave, inestabilidad clínica de enfermedades orgánicas o ante  maltrato o negligencia. 
      REFERENCIAS
        (1)Barrio M. Actuación ante un niño con falla de  medro. Protocolos diagnósticos terapéuticos de gastroenterología, Hepatología y  nutrición pediátrica SEGHNP- AEP.
        (2)  Cole S, Failure to  Thrive. Am Fam Physician, 2011; 83 (7): 829-834.
        (3) Kirkland R.  Failure to thrive (undernutrition) in children younger than two years: Management.  2015, Up To Date
        (4) Bousoño –García. Fallo de Medro. AN Pediatr Contin  2005; 3(5): 277- 284 
        (5) García C. Inapetencia y Falla de medro ¿Flaquito o enfermo?. En AEPap  ed. Curso de Actualización de Pediatría 2012. Madrid: Exlibris ediciones 2012  p. 115-27
        (6) P. Mahachoklertwattana et al, Short-Term Cyproheptadine  Therapy in Underweight Children. Journal of Pediatric Endocrinology &  Metabolism, 22,425-432 (2009) 
        (7) Couluris M. The effect of cyproheptadine  hycrochloride and megestrol on weight in children with cancer/treatment-related  cachexia. J Pediatr Hematol Oncol. 2008 November; 30 (11): 791-797. 
        (8) Garcia R et al, Megestrol acetate treatment  of anorexia-cachexia syndrome (Review). Cochrane Database of  Systematic Reviews 2013, Issue 3. Art. No: CD004310.
        (9) Chinuck R. Appetite stimulants  for people with cystic fibrosis (Review). Cochrane Database of  Systematic Reviews 2014, Issue 7. Art. No: CD008190. 
      (10) Mayo-Wilson E, et al. Zinc  supplementation for preventing mortality, morbidity, and growth failure in  children aged 6 months to 12 years of age. Cochrane Database of Systematic  Reviews 2014, Issue 5. Art. No: CD009384.
      
         
  
Pontificia Universidad Católica de Chile 2025